Una aventura mochilera por toda Eslovenia: cuevas, montañas, castillos y lagos

Un espectacular viaje por las rutas eslovenas donde la ciudad y la naturaleza se funden en una sola travesía.

Lago Bled. Foto de @nevenkrcmarek.

Lo usual es que la gran masa turística del mundo elija como destino los países más populares que poseen toda la atención mediática, específicamente en nuestro caso, la europa clásica: Francia, Italia, Inglaterra o España. Esto resulta muy comprensible, normal podríamos decir. Lo más probable es que la primer visita de una persona que jamás estuvo en el viejo continente sea en las grandes ciudades como por ejemplo Barcelona, Londres, París o Roma. Entonces ¿qué sucede con los demás países? ¿Por qué son destinos menos visitados? ¿Realmente vale la pena conocerlos?

Podríamos resumir la respuesta a todas estas preguntas con la siguiente analogía: “Los industria del turismo es como la del cine, siempre vemos las mismas caras en el mismo tipo de películas”. Es decir, estamos hablando de lugares que han sabido posicionarse correctamente, a través de los años, en el competitivo ranking del turismo global. Los factores que se esconden detrás de este fenómeno social son muchos pero se pueden reducir en cuestiones económicas, sociales y políticas.

Una vez entendido este razonamiento podemos apuntar hacia lo que hoy nos compete: viajar a Eslovenia. Una aventura recorriendo tanto los escenarios urbanos como los naturales de la despampanante Eslovenia. Pasaremos por su acogedora capital llamada Ljubljana, por Bled y por bosques, cascadas, colinas, castillos y pueblos tradicionales.

1) Ljubljana, Velika Planina y Logarska Dolina: de la ciudad al altiplano

El centro de Ljubljana. Foto de @conradoev.

Nunca es mala idea comenzar por la capital de un país porque sirve como punto de conexiones para ir a otros lugares. Usar la capital eslovena como base no es mala idea si decides moverte por todo el territorio con el transporte público local, aunque también puedes rentar un coche. Ninguna de las dos opciones es mala ya que al ser un país pequeño las distancias son cortas. Una vez sabido esto nos paramos en Ljubljana. ¿Cuantos días aquí? Unos dos serán suficientes, la ciudad es recorrible a pie y la oferta de actividades no es ilimitada. Todo el casco histórico, además de estar peatonalizado, está bien prolijo y muy limpio donde sea que veas.

Lo primero que debes hacer es ir directamente al castillo, este fue destruido y re armado casi por completo en el siglo XV. Hoy en día se usa para bodas y otros eventos. Luego te diriges a la Plaza Preseren donde verás una conjunción de monumentos históricos como el Triple Puente, la Iglesia Franciscana de la Anunciación y unos metros más adelante el Puente de los Dragones. Esta ejemplar obra de Art Nouveau hace referencia al mito del origen de la ciudad, según el cual Jasón y los Argonautas habrían derrotado en aquella tierra a un enorme dragón, que hoy es símbolo de la ciudad.

Último imperdible en Ljubljana es el barrio underground Metelkova. Hablamos de un espacio cultural alternativo compuesto de bares y algunas discotecas aunque también se desarrollan eventos musicales. Es frecuentado principalmente por la población joven de la ciudad. Llama mucho la atención su decoración tétrica con muñecos y monstruos tenebrosos.

Velika Planina. Foto de @r3dmax.

De Ljubljana nos vamos para Velika Planina (50 km) que se ubica a una hora y media en auto hacia el norte. Hablamos de una aldea que se remonta a la época medieval cuando la zona se utilizaba principalmente para el pastoreo. Hoy en día, la meseta está cubierta por hermosas y acogedoras cabañas de madera para pastores, renovadas y modernizadas, donde se puede pasar las noches cuando se visita. Luego de un poco de asombro por el paisaje que hay alrededor se puede hacer senderismo. Hay varios senderos señalizados en la zona para aquellos que gustan de las caminatas muy activas y largas, así como para aquellos que desean tener una caminata corta y relajante. Y, para todos los entusiastas del ciclismo, el ciclismo de montaña está disponible a lo largo de muchos senderos de diferentes longitudes y dificultades.

Rutas en Logarska Dolina. Foto de @soebau.

El próximo destino que sigue por nuestra gira norteña es Logarska Dolina, otro sector montañoso que deleita a los turistas con sus escenarios fotogénicos. Específicamente nos referimos a unos 20.000 metros cuadrados de parque compuestos de valles y de bosques que en Eslovenia cubren el 63% del territorio. Con muchas granjas llenas de casitas de madera y los Alpes Kamnik y Savinia de fondo, este parque presume de ser pionero en el desarrollo de proyectos sostenibles en Eslovenia. De hecho, a mediados de los años 80 del siglo XX hubo una masa de turistas que llegaron y generaron problemas de todo tipo. Para terminar con esos inconvenientes, en 1987, se consiguió el estatus de parque natural protegido. Otra visita que vale la pena es la cueva del dragón Lintver que está justo en la entrada al valle de Matkov Kot, a tan solo unos minutos de distancia de Logarska Dolina.

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2) Bled: el pueblo más famoso de Eslovenia (+ Bonus)

La iglesia del lago bled. Foto de @conradoev.

Ahora toca poner las manos en el auto durante casi dos horas (86 km) hacia el oeste para llegar a nuestro próximo destino que se llama Bled (o comprar un boleto de colectivo en el caso de que no puedas rentar un vehículo privado). Esta parada puede ser utilizada como un descanso luego de tanta montaña o también como una extensión de más aventuras. Bled es un pueblo esloveno lleno de particularidades ya que es una de las pocas localizaciones globales que cuenta con una capillita ubicada en el centro de una isla que a su vez está en el medio de un gigantesco lago azul rodeado de montes. Gran parte de la popularidad actual de este lugar se debe a su presencia en Internet ya que muchas personas aficionadas a los viajes han demostrado su asombro por el pueblo tomando fotos, y subiendo videos a las redes sociales.

Lago Bohinj. Foto de @mathildero.

Una de los atractivos es el castillo de Bled que se apoya en la cima de una montañita a 130 metros de altura. Su historia se remonta al año 1011 cuando aparece por primera vez mencionado en la escritura de donación que hizo Enrique II a los obispos de Brixen aunque lo que hoy en día podemos ver se construyó en el siglo XVI. Al castillo se puede subir a pie caminando un sendero empinado o también en automóvil (estacionamiento gratuito). La entrada al establecimiento se debe pagar, dentro hay un museo histórico y una terraza que da vistas invaluables al gran lago. Otra excursión imperdible es la “Garganta de Vintgar”. Se trata de un desfiladero de cuatro kilómetros de largo donde a medida que se va caminando se va observando un río de aguas de deshielo turquesas. El sitio fue descubierto en 1891 por el comandante Jakob Žumer y el cartógrafo y fotógrafo Benedikt Lergetporer, poco tiempo después se acondicionó con pasarelas y puentes de madera para abrirse al público el 26 de agosto de 1893.

Nos secamos el sudor de las caminatas para ir más hacia el oeste y toparnos nuevamente con otro hermoso lago llamado Bohinj. Este paraje natural está unos 20 minutos de Bled. Sabemos que a esta altura el cansancio empieza a afectar nuestro entusiasmo pero aquí es cuando hay que esforzarse porque es un lugar que vale la pena conocer. Aquí lo recomendado es admirar la maravilla que tienes delante de tus ojos, puedes usar esta parada del viaje para darte cuenta de lo afortunado de que eres de estar sentado delante de semejante hermosura. Una vez terminado tu pic nic, si te sobra un poquito de ganas puedes subir los numerosos escalones que te llevan a la Cascada Savica. Esta tiene 78 metros de altura y su ruido es ensordecedor al igual que la impresionante fuerza que produce el agua al caer e impactar abajo.

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3) Soca y Kozjak: una experiencia natural

Valle de Soca. Foto de @jorisbeugels.

Nos ponemos en marcha nuevamente en dirección oeste para ir al Valle de Soca que se encuentra a 92 kilómetros de distancia (unas dos horas en auto). Su nombre se debe a un gran río llamado Soča nace en el parque nacional de Triglav, el noroeste de Eslovenia, y se caracteriza por su color esmeralda. Esta zona de frondosa naturaleza sirvió de campo de batalla para el conflicto bélico que dilapidó la vida de 300000 soldados del imperio italiano y austro-húngaro que se desarrolló durante el siglo XX. Para más información se puede visitar el Museo Kobarid. Además de los diferentes senderos de trekking ubicados en el valle, el río Soca es también un espacio atractivo para los pescadores que dedican muchas horas de paciencia y técnica para atrapar las truchas de soca, una especie muy apreciada por la enorme fortaleza que demuestra para remontar las fuertes corrientes acuáticas.

Cascada de Kozjak. Foto de @markiverson.

Ahora empezamos el descenso hacia el sur del país hasta llegar a Kozjak. El trecho tiene 38 kilómetros de largo y si no hay tráfico se completa en una hora. En realidad la distancia no es mucha, el problema son sus sinuosos caminos que deben ser transitados con cautela y sin apuro. Entonces ¿cuál es el motivo de esta parada? Simple, cataratas. Son dos y están algo escondidas entre las montañas y la vegetación del valle. Si se tiene las agallas suficientes se puede hacer rafting por los rápidos. La cascada más grande, de 15 metros de altura, que cae en una piscina de agua clara es sólo una de las seis cascadas del arroyo Kozjak, pero desafortunadamente, sólo dos de ellas son accesibles para los visitantes. Después está la más pequeña que tiene 8 metros y se llama Mali Kozjak.

4) Postojna, Predjama y Škocjan: un pasaje oscuro

Cuevas de Postojna. Foto de @ivanivankovic.

De Kozjak vamos más al sur aún, el nombre del lugar que conoceremos es Postojna. Esta vez el esfuerzo será de casi dos horas de viaje en ruta (115 km). En Postojna seguiremos con el turismo de aventura pero esta vez con menos luz y más misterio. Resulta que ahora nos encontramos con unas enormes cuevas con estalactitas de muchísima antigüedad que cuentan con 21 km de galerías, salones y recovecos. No solo es sorprendente la magnitud de estos espacios sino el raro espécimen que habita en estas oscuras cavernas que se denomina como “proteus anguinus” (nombre científico). Obviamente existen tours para conocer las cuevas, se camina 1 km y después se toma el tren que hace otros 4 km. Precisamente el recorrido en tren (unos 10 minutos para entrar y otros tantos para salir) es una de las partes más curiosas de esta visita, ya que pasa por decenas de galerías iluminadas que te dan la sensación de estar viajando hacia el centro de la tierra.

Castillo de Predjama. Foto de @jesusperez.

Lo aconsejable es tomarse un día para ir a la cueva y otro para visitar la siguiente atracción turística de nuestro viaje por Eslovenia: el castillo de Predjama. Lo que vuelve única a esta estructura es su exótica construcción que fue hecha en las rocas. De cierto modo podríamos asegurar que su parte trasera está empotrada al pie de la montaña. Puedes entrar al mismo para ver su interior y curiosear por su museo, la entrada independiente para el castillo de Predjama cuesta 14,90 €, aunque conviene comprar la entrada combinada con las Cuevas de Postojna. Lo más común es que las personas que hacen estos dos paseos también aprovechen la oportunidad para ir a ver las otras cuevas, las Cuevas de Škocjan. Estas son más pequeñas que las anteriores pero son Patrimonio de la Humanidad. Tienen millones de años de antigüedad, fueron habitadas en la prehistoria y son un deleite tanto para los ojos del turista como para los expertos estudiosos. El punto más profundo de las cuevas se encuentra a unos 212 metros bajo tierra y la temperatura en el interior es de unos 12ºC (conviene algo de abrigo y calzado deportivo).

5) Piran: una fugaz escapadita a la costa

La plaza central de Piran. Foto de @sveinmagne.

Seguimos recorriendo el país pero ya estamos en la recta final de nuestro viaje por Eslovenia. En esta última parte nos dirigimos al oeste del país para llegar a un pequeño poblado costero llamado Piran que desde nuestra última parada son 40 minutos por carretera (40 minutos sin tráfico). Piran posee una historia tremenda porque perteneció al imperio romano, al bizantino, a los franceses, a los austriacos y después de la Segunda Guerra Mundial a Italia, de la que más influencias tiene. Las entrañas de la ciudad es un conjunto de callejuelas peatonales y estrechas, que trepan desde la costa del Adriático hasta la colina que protege el pueblo. Su tamaño es pequeño y se recorre en un día de sobra, pero no es mal lugar para quedarse alguna noche y visitar el resto de pueblos de la costa Eslovena.Un paseo imperdible es el mirador que está en la Muralla de Piran que rodea el pueblo desde el siglo VII cuando se construyó para evitar ataques (se debe pagar por entrar).

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En total sumamos unas diez horas de viaje en carretera que equivalen a unos 478 km. El viaje puede resultar exhaustivo pero vale la pena ser conocido a fondo. Quizá, por cuestiones climáticas o logísticas, el tour puede estirarse o incluso achicarse, este es un cronograma flexible que permite modificaciones. Además, lo fantástico de los viajes es la libertad que uno tiene al momento de tomar decisiones. Ese placer de no tener que cumplir con una agenda llena de compromisos rutinarios. Esperamos que hayas podido disfrutar de esta lectura y ojalá algún día puedas seguir nuestra guía por territorio esloveno que armamos para ti.

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